La antigua capital tailandesa se encuentra a tan solo 1,5h de Bangkok, y se ha convertido en uno de los lugares mas visitados en los últimos años.
La ciudad de Ayutthaya, declarada patrimonio de la humanidad en 1991, fue la capital del Reino de Siam desde el año 1350 hasta el 1767, y vivió años gloriosos: fue uno de los centros comerciales más importante del siglo XVIII cuando un millón de personas vivían entre sus muros y contaba con más de 400 templos. Su destino cambió en 1767 cuando los birmanos la saquearon y devastaron (las estatuas de los Budas sin cabeza son un claro legado).
Puedes llegar a la ciudad de diferentes maneras, (tren, autobús o minivan).
Nosotros decidimos la opción de la minivan, por ser la más rápida y realmente económica. no fueron mas de 100B (2.5€) por persona.
Las minivan salen desde la estación de autobuses de Mo Chit, y salen continuamente, solo debes esperar a que se llene en la que te has subido, no suele demorarse más de 20 minutos.
Tras algo más de una hora de trayecto, llegas a la ciudad de Ayutthaya y nada mas bajar de la minivan, ya tienes a los locales ofreciéndote sus servicios para llevarte a visitar las ruinas en uno de sus tours.
Los templos están muy alejados entre sí por lo que ir andando es tarea imposible. Tienes la opción de alquilar una moto, una bicicleta o contratar los servicios de un Tuk-Tuk local, que amablemente te llevará por todos los templos que le pidas. Nosotros optamos por esta última opción.
Nuestro "chofer" se portó de lujo, a parte de esperarnos pacientemente en la entrada de cada templo, para que lo viéramos con tranquilidad, aprovechaba para compararnos agua (El calor aquí es brutal), toallitas refrescantes, indicarnos alguna curiosidad del templo al que nos llevaba e incluso hacernos fotos. Un lujazo, totalmente recomendado.
En un principio dudamos, ya que veníamos de Bangkok donde te asaltan y muchas veces se intentan aprovechar de tu inexperiencia para "estafarte" un poco y llevarte por donde ellos quieren... Aquí no es así. Nuestro chofer llevaba una libreta en varios idiomas con recomendaciones de turistas que habían contratado sus servicios, y todos coincidían en el excelente trato y la recomendación de fiarnos de él.
Por un precio de unos 1200B. regateando, como no, (22 euros,) por 2 personas, el chófer estuvo unas 5 horas con nosotros, y nos permitió ver prácticamente todos los templos y disfrutar de la ciudad en ruinas de una manera mucho mas relajada y sin agobios.
Es una experiencia increíble pasear entre las ruinas, y poder contemplar lo que una vez fué una de las ciudades más importantes de Asia.
Algunos templos permanecen abiertos y han sido remodelados, por lo que es normal encontrarse multitud de monjes paseando por los recintos, con sus típicas túnicas naranjas que sin duda llamaran tu atención.
Tras disfrutar todo el día, al caer la noche puedes volver a Bangkok de nuevo en minivan y acabar el día relajandote con un masaje tras la paliza de la excursión.
