Cuando de planteas un viaje a Tailandia, decides que sitios vas a visitar y cuales no por falta de tiempo, ganas o simplemente por que prefieres estar en otros.
En mi caso, Pai era un gran duda. El trayecto de 3 horas y media por una carretera llena de curvas, el tener que hacer alguna noche allí, la poca información que encontré... me hicieron plantearme el dejarlo fuera de mi ruta de 20 dias por tailandia.
Tras hablar con varios conocidos que habían estado la incluimos "in extremis", decidiendo hacer 2 noches para ver todo lo que esta pequeña localidad perdida en las montañas del norte de Tailandia nos podía ofrecer...
No puedo estar mas contento de esa decisión ya que tras todo el viaje, Pai se convirtió en mi lugar favorito de Tailandia y uno de los mejores sitios que he visitado nunca.
Muy pocos turistas en el pueblo, comparado con las grandes urbes de las que veníamos, Chiangmai y Bangkok. Aquí con una población de poco mas de 2000 habitantes, puedes experimentar de manera mucho mas real lo que es una típica ciudad del sudeste asiático.
Pai son 4 calles, literalmente, pero todo lo que tiene que ofrecer a su alrededor, hacen que merezca mucho la pena pasar allí al menos 2 noches.
Noches que pasamos en el maravilloso Pai Rin Cottage, un conjunto de pequeñas cabañas, llenas de vegetación y tranquilidad.
Lo mas recomendable para visitar Pai, es alquilar una moto, pero nuevamente como no sabíamos pilotar, y veníamos observando la cantidad de accidentes, decidimos tomar unas bicicletas para visitar el pueblo, y contratar taxistas locales para movernos a las zonas mas alejadas.
El primer día llegando por la tarde, tras un paseo por el pueblo, su mercado y sus locales de comida y café, fuimos a ver el atardecer al gran Buda Blanco de Pai, se puede ir en bici, toca subir unos cuantos escalones hasta llegar a los pies del Buda, y desde allí la vista del atardecer es espectacular,
Tras el atardecer, volvimos a cenar al pueblo, en un local con unos platos locales muy apetecibles, volver a visitar el mercado nocturno y regresar al Hotel a descansar.
Al día siguiente contratamos un taxista local para que nos llevara a varios sitios que teníamos planeado visitar y no podíamos llegar en bicicleta.
primero nos refrescamos en unas cascadas perfectas para combatir el calor y disfrutar de un baño prácticamente solos.
De ahí nos dirigimos al puente de Bambú más grande del mundo, situado encima de unos inmensos arrozales, un lugar realmente increible y totalmente vacío! todo el puente para nosotros! Si no me creéis aqui os dejo un video :)
Tras tirarnos horas, disfrutando del puente, sus columpios y una tranquilidad total y absoluta, volvimos a comer al Hotel y pusimos rumbo a uno de los sitios estrella de Pai, su famoso Cañon en el que la gente coge sitio entre la roca anaranjada y disfruta de otro atardecer increíble.
Tras el atardecer, vuelta a la calle principal de Pai, a cenar en su mercado nocturno unas deliciosas brochetas de pollo al curry.
También aprovechamos para hacer la colada en una pequeña lavanderia, a un precio de 1€ el kilo de ropa, y preparar todo para dejar este maravilloso lugar al día siguiente; por la misma carretera con mas de 700 curvas por la que habíamos llegado.
